
Sí estás buscando fundamentación normativa nacional o internacional y en general argumentos para impulsar un proyecto de ley, una acción de inconstitucionalidad, una acción de tutela, la protección de los animales y en especial las mascotas, el presente trabajo de grado resultará ideal, ya que con esta sustentación investigativa resultarán beneficiados los animales y en especial las mascotas, en aras de lograr la justicia que tanto se reclama en favor de estos, pretendiendo se ajuste nuestra normatividad colombiana a los adelantos científicos modernos y la normatividad internacional de países desarrollados.


Falta mucho más en materia de protección animal y una verdadera regulación que ampare realmente los derechos de estos "seres sintientes" y es así como COBRA GRAN IMPORTANCIA LA PRESENTE INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA realizada en el año 2015 y que fuera presentada y aprobada en la Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín en 2016, la cual a continuación se publica en PDF,
ABOGADOS EXITOSOS y VALENCIA GRAJALES ABOGADOS nos hemos declarado siempre como AMANTES Y DEFENSORES DE LOS ANIMALES, LA VIDA, LAS BUENAS COSTUMBRES Y LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA.
NUESTRAS MAS SINCERAS FELICITACIONES A:

STHEFANIA RESTREPO LOPEZ
(Integrante Abogados Exitosos y Valencia Grajales Abogados)
JULIANA JARAMILLO GALLEGO
ELIZABETH RAMÍREZ GIRALDO
POR SU EXTRAORDINARIA LABOR INVESTIGATIVA Y POR COMPARTIR UN CONOCIMIENTO TAN INNOVADOR Y TRASCENDENTAL PARA LA EVOLUCIÓN JURÍDICA COLOMBIANA Y MUNDIAL.
CONCLUSIONES PRINCIPALES DEL TRABAJADO DE GRADO DENOMINADO “FUTURO LEGAL DE LAS MASCOTAS COMO MIEMBROS DE FAMILIA” (Autores STHEFANIA RESTREPO LOPEZ, JULIANA JARAMILLO GALLEGO y ELIZABETH RAMÍREZ GIRALDO)
"8. Conclusiones
Los estudios científicos sobre el comportamiento de los animales, en especial las mascotas sugieren, que se debe revaluar el lugar que ocupan hoy día las mascotas en la vida de los niños, pues no ha sido reconocido de una manera adecuada, máxime cuando estadísticamente se ha demostrado que dos tercios de los niños viven con sus padres y cerca de cuatro de cada cinco familias con hijos en edad escolar, tienen una mascota. Además la ciencia revela que, la presencia de mascotas en la vida de las personas, incrementa el desarrollo de virtudes y fortalezas, potencializan la salud física y mental de la gente, y mejoran la calidad de vida de sus dueños, generando a su vez mayor capacidad empática, disminuyen el sentimiento de soledad, reducen los niveles de estrés y fomentan su felicidad, hechos científicos que otorgan sin lugar a dudas, el grado de, “miembro de familia” sobre todo a las mascotas como el perro y el gato, por su alta influencia en el seno de los hogares que cuentan con mascotas, equiparándose a un hijo de familia o, a un niño indefenso, que no sobrepasa la etapa en que no se puede hacer entender en palabras, pero que sí se hace entender mediante señales que le indican al ser humano, situaciones y estados de enfermedad, soledad, alegría, tristeza, amistad, confusión, hostilidad, miedo, euforia, gratificación, resentimiento, desesperación y placer.
Se ha demostrado en el presente estudio, que el papel de los animales y en especial las mascotas en tan importante y merece un trato jurídico especial similar al de los humanos que, los estudios revelan que el solo contacto entre animales como los perros y sus amos, eleva el nivel de oxitocina conocida también como “hormona del amor”, lo cual podría contribuir con una mejora de las interacciones sociales, disminución del estrés y hasta acabar con las adicciones a las drogas y el alcohol, pero lo más destacable y que hace parte de nuestra investigación es que demuestra que las mascotas hoy día son parte de nuestro núcleo familiar es que esta hormona revela una conducta madre e hijo que impulsa científicamente nuestra tesis sobre la necesidad de una regulación que incluya al animal y en especial a las mascotas como un miembro de familia con derechos constitucionales y legales como los de un niño, pues esta relación de manera científica y social ya es un hecho inocultable a los ojos del legislador.
Si como lo demuestra la ciencia, los animales tienen emociones que los hacen casi humanos, la legislación de los países y en especial la que nos ocupa, la de Colombia, debe evolucionar y adaptarse para que los animales y en especial las mascotas, cuenten con derechos fundamentales y una protección casi humana, para lo cual deberá abrirse un capítulo en la Constitución.
No queda duda a partir de esta investigación, que los adelantos científicos y la evolución humana, colocan a los animales en una categoría de seres especiales que deben ser tratados como seres humanos con limitaciones para comunicarse, pero que en lo demás cuentan con un comportamiento propio que debe respetarse y garantizarse su protección, como se respeta y protege a una tribu con creencias y rituales propios o a una minoría étnica.
Las recientes investigaciones científicas demuestran pues que, los animales y en especial el perro sienten como siente un ser humano y responde a estímulos de manera igual que un ser humano, con lo cual se concluye que estos animales domésticos que en los hogares se denominan mascotas, se equiparan a un hijo de familia o, a un niño indefenso, que no sobrepasa la etapa en que no se puede hacer entender en palabras, pero que sí se hace entender mediante señales que le indican al ser humano, situaciones y estados de enfermedad, soledad, alegría, tristeza, amistad, confusión, hostilidad, miedo, euforia, gratificación, resentimiento, desesperación y placer.A pesar de que ni la constitución ni la ley otorgan a las mascotas en una categoría equivalente a la humana, nuestra civilización actual ya con su conducta ha reconocido a las mascotas tal estatus, dejando entrever que es necesario que se ajuste la norma frente a un hecho inocultable, pues es éste el sentido de las normas, que se encuentren ajustadas a los cambios sociales y evolutivos, sino se ubicarán en la categoría de obsoletas.De acuerdo a lo establecido en el presente trabajo de investigación no cabe duda que en un futuro cercano, Colombia al igual que el resto de países del continente americano finalmente adoptarán reformas constitucionales incluyentes hacia los animales y en el caso especial la reforma más inminente consistirá en enmendar la Constitución Política agregando al menos un artículo en donde además de consagrarse expresamente la protección a los animales estos serán incluidos como animales sintientes al igual que ya ha venido ocurriendo con países pioneros como Francia y como reflejo del proyecto de Ley que se encuentra cercano a su aprobación en el Congreso el cual en su articulado consagra dicha premisa.Como ya se expresó, Colombia se abre paso en un futuro cercano a la declaración consistente en que los animales son seres sintientes y por ende el código civil colombiano en su artículo 655 y demás leyes dejarán de tratar a los animales como cosas - bienes muebles y éste será el primer paso para que los animales y en especial las mascotas comiencen a ser titulares con verdaderos derechos similares a los de los humanos, como así lo ha venido adoptando el continente europeo con países como Francia, Nueva Zelanda, Austria, Alemania, máxime cuando Colombia se ha acogido como miembro de la ONU y la UNESCO a la Declaración Universal de los Derechos de los Animales.Teniendo en cuenta que la ciencia y la sociedad son pilares de la evolución, en un futuro lejano las constituciones y leyes de Colombia y el mundo deberán aceptar el que existen animales que denominamos mascotas, y se deberán incluir en sus constituciones incluyendo la de Colombia, al animal mascota como miembro que compone a la familia, quienes a partir de este reconocimiento, deberán tener un trato especial, destacándose dentro de estos, los perros y los gatos, ya que científicamente como lo vienen demostrando los estudios científicos, estos animales sienten como los humanos, reaccionan a estímulos como los humanos, tienen emociones, sienten dolor, padecen el duelo, son amistosos, son fieles, que elevan sus niveles de oxitocina (hormonas de comportamiento) de manera igual que un ser humano y en el ambiento social, llegan a ser los mejores amigos del hombre y la alegría del hogar.El caso más humano es el del perro, a quien de manera científica se ha demostrado que entre amo y canino experimentan un proceso de conexión similar al de madre e hijo, lo que ubica al perro en el estatus de un niño que por su corta edad no se puede dar a entender sino por gestos, reacciones y señales, situación particular que debe conducir a un trato especial en la Constitución y en la legislación, máxime cuando el trato de una mascota en el hogar es igual a ese niño al que hacemos referencia, es decir un hecho al que los legisladores no se pueden negar.Las leyes siempre deben adecuarse al cambio social y el cambio social frente a las mascotas es cada vez más humano y quien tiene en adopción a una mascota quiere que estos animales sean su compañía para cualquier lugar y ambiente, porque en su interior siente que detrás de ellos hay un ser que puede brindar lo que a veces ni un humano ofrece.En un futuro lejano pues, se estará legislando acerca de los derechos de los animales domésticos de una manera similar a la que lo hace la ley de infancia, otorgándole derechos propios al animal y sobre todo a las mascotas quienes revelan un grado de sentimientos e inteligencia similar a la humana, no por extensión como así lo ha tratado la jurisprudencia constitucional, como si se tratara de una maleta que acompaña al viajero o de un mueble que decora una casa, sino como un ser que acorde con la ciencia y el trato social actual, contará con sus derechos fundamental a la dignidad animal, su derecho a la libertad para que no sea retenido en pequeñas jaulas como inhumanamente se le trata en las tiendas a los gatos, perros, pájaros, conejos y otros, cuando podrían estar disfrutando del ambiente que la naturaleza les otorgó. De igual manera frente a los animales domésticos como el perro y el gato, se deberá legislar de manera más seria frente al deber de solidaridad frente a aquellos animales que habitan en las calles; el deber a tener una familia y a no ser separado de ella, pues no se puede desconocer que hoy la familia está compuesta no solo de papa, mama e hijos, sino también por un tercero denominado mascota.Cuando la norma constitucional y legal asuma el hecho de que la mascota hoy es miembro de familia, uno de los tenedores de ese animal deberá en forma permanente y solidaria asumir directa y oportunamente su custodia y cuidado, y que en caso de una ruptura familiar como el divorcio, uno de los dos deberá encargarse directamente de la mascota y el otro deberá colaborar con el suministro de una cuota alimentaria para su desarrollo integral.La demostración de la presente investigación no genera otra cosa que develar el verdadero lugar que ocupan los animales en la sociedad y el papel responsable que deberá asumir quien adopte uno de estos animales y las directrices y sanciones legales que deberá adaptar el legislador a fin de lograr una sociedad justa y respetuosa de las demás especies que por el hecho de no entenderlas no tiene ni tendrá el derecho de maltratar ni de obra ni de palabra ni por omisión.Se aplicara en dicha secuencia legal entonces, el deber de solidaridad, como aquel que nos obliga como seres humanos a no pasar de largo frente a una persona que requiere nuestro auxilio, así mismo estaremos en la obligación de prestar ese auxilio a un canino o felino perdido, atropellado, herido, afligido, pues de lo contrario se dispondrá una sanción pecuniaria y carcelaria para estas personas que procedan de manera inhumana.Ante los divorcios de las parejas se generará el derecho de alimentos en favor de estas mascotas miembros del hogar; tendrán igualmente un derecho a la identidad y llevarán un nombre como en algunas ciudades de Europa, contarán con un sistema de salud y un derecho fundamental a la salud; tendrán derecho a la educación y un derecho a la recreación, todos estos derechos derivados del reconocimiento que verdaderamente implicará su estatus de “seres sintientes”.No cabe duda entonces que Colombia ha logrado avances significativos en materia de protección animal, y la legislación que declarará a los animales como seres sintientes, pero aún está a años luz de consolidarse como esa Colombia moderna que hoy se pregona y se vende como imagen al mundo. Pero esta investigación ha demostrado que los estudios arrojados por la ciencia, la presión social y el norte al que se dirigen las naciones desarrolladas en el mundo, llevarán a que Colombia también se enliste y se convierta en un país más humano y ejemplar en el respeto por las mascotas, los animales y más ampliamente, respetuoso de la diversidad.Los animales y en especial las mascotas, merecen un capítulo o al menos algunos artículos en la constitución que les otorguen derechos a estos, así como el compromiso del estado de hacer respetar sus derechos y garantizar su protección, pero para lograr correctamente esta protección constitucional, se requiere el reconocimiento de las mascotas como miembros que componen la familia colombiana, pues esto no es una solicitud caprichosa sino una realidad que Colombia debe asumir, máxime cuando estadísticamente se ha demostrado que en seis de cada 10 hogares, existen familias colombianas con al menos una mascota."
PARA CONOCER EL CONTENIDO DEL TRABAJO DE GRADO CITADO, consultar en Biblioteca UNAULA