miércoles, 13 de noviembre de 2019

ACTIVO VS PASIVO

#SECCIÓN EMPRENDEDORES

En nuestra comunidad de Litigantes "Valencia Grajales Abogados" apoyamos a los emprendedores, nos gusta motivarlos, nos gusta compartir experiencias y conocimientos. 

El ser abogado, el ser litigante es un oficio que se conecta con todo el mundo del emprendimiento, los negocios, lo social y lo político hacen parte de un universo perfectamente armonizado y conectado.

Es por esto que a partir de hoy se estarán haciendo además de nuestras publicaciones jurídicas colombianas, contenidos con enfoque de emprendimiento Alex Valencia 






De la obra - "Por qué algunos profesionales son exitosos y otros no" -


EL CASO DE TU CLIENTE ES UN ACTIVO O UN PASIVO

 Acabo de recibir una llamada de Hugo quien me informa que una clienta que asiste regularmente a su negocio está interesada en la asesoría de un abogado como yo, el mismo me hace la advertencia de que no se hace cargo por los honorarios que la atención de dicho pueda causar, una vez ingresa la señora a mi oficina y luego de disfrutar del espectacular capuccino de la casa (oficina), me narra su historia y al final de esta el análisis económico se resume en la siguiente tabla:


TABLA PROMEDIO DE GASTOS DE OFICINA POR CONSULTA:

Desplazamiento a la oficina (vehículo particular o taxi):                    $15.000
Capuccino (2 personas):                                                                      $10.000
Papelería:                                                                                      $2.000
Valor consulta tarifa mínima (2 horas):                                        $200.000


El anterior cuadro refleja el gasto de dinero que devenga en promedio una consulta en una oficina, en resumidas cuentas una valor promedio de $227.000, en algunas oficinas se reducirán los costos mientras que en otras su costo puede superar los $500.000 dependiendo la especialidad, la atención, el lugar entre otros.

La señora recomendada por el hombre de negocios pretendía que adicional a esta consulta se le representara en su caso y que a la persona demandada se le cobraran mis honorarios cuando en la recepción de la litis se identificaba plenamente que la señora demandada no poseía bien alguno a su nombre y mucho menos un empleo formal.

En conclusión, el referido caso no es un caso, entendido como aquel que debe generar ingresos, palabra esta última que sugiere la razón exclusiva por la cual ofrecemos nuestro servicio profesional como abogados, por el contrario se trataba de un gasto a favor de un tercero.



Una oficina promedio 


Una oficina en promedio normalmente puede atender de 5 a diez consultas diarias, de las cuales contando con suerte, una de ellas es cancelada en su integridad y las otras se encuentran en la categoría “Dr. Muchas Gracias” y “Mi Dios se lo pague y el multiplique”. Pero quien en su sano juicio creerá que se le multiplicara su negocio, cuando lo que esta realizando es una muy buena obra social para los demás y en la casa su familia se come literalmente las uñas, ya que lo poco que le queda a este sufrido profesional es tan solo para pagar el arriendo y servicios de su oficina con dos meses de atrazo.

El anterior párrafo que resulta irrisorio e incomprensible para cualquier profesional es una cruda realidad que se repite con tanta recurrencia como entradas al baño ordena la necesidad fisiológica.

La razón de esta trágica historia se debe a una sola razón

Dicho profesional por su escaso sentido de lógica financiera se desmorona económicamente en el desconocimiento de lo que significa un activo (inversión) de un pasivo (obligación).

Son miles   los que continúan con la creencia de que tener muchos clientes significan muchos ingresos, cuando en su real balance de cuentas se encuentran con que, lo que ganan con algunos casos lo pierden con otros, es asi como los dos millones que lograron obtener con uno de sus casos exitosos, pasaron a cubrir los costos de otros  casos de la categoría “Dr. Muchas Gracias” mas los gastos que genera la subsistencia de tu oficina.


Y es que hacer caridad o beneficencia no esta mal, todo lo contrario, esta muy bien hecho y debe ser una de las cualidades de todo profesional; lo que esta realmente mal es el abogado quien inconscientemente pretende hacer dinero de sus obras de caridad. Su equivalente económico seria como pretender generar ingresos desde sus propios gastos.

Aunque existen mil lecciones de diferentes especialistas en el tema financiero, mi recomendado es Robert Kiyosaki por su estilo “cartilla de coquito” en el arte de enseñar finanzas básicas, por esta razón traigo a colación la principal enseñanza que el libro "Padre Rico Padre Pobre" nos enseñó y que usted debe conocer:

"Un activo es algo que pone dinero en mi bolsillo"

"Un pasivo es algo que saca dinero de mi bolsillo"





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